sábado, 1 de octubre de 2016

NO SE HACEN CARGO

    Cuando escuchamos al Presidente de la Nación presentar los datos y sus explicaciones sobre la pobreza en la Argentina, que según el INDEC alcanzó cifras del 32,2% -es decir, 1 de cada 3 argentinos son pobres-, quedamos azorados por los argumentos.
    Primero, porque dijo que este es el punto de partida, es el equilibrio real a partir del cual quiere que se evalúe su gestión. Si de acá en adelante, baja el índice, habrá sido un logro de su gobierno. Todos los índices anteriores no existen, son una mentira, según su punto de vista. Y tampoco “existieron” los 9 meses de gobierno en donde la pobreza aumentó porque “se hizo lo que se tenía que hacer”. Se sigue planteando un argumento falaz que se pretende cale hondo en la comunidad argentina: en todo este tiempo no pasó nada que no tenía que pasar, a lo que le suman el “se robaron todo”, “los años de mayor corrupción en la Argentina”, con lo que quieren justificar lo que hicieron en estos meses y de lo que no se hacen responsables. Y esto no es así. Las cifras de la pobreza con origen en las entidades más cercanas a las políticas del gobierno actual, muestran que en estos 9 meses de gobierno aumentó en, al menos y siendo muy optimistas, más de 5 puntos la pobreza, lo que se traduce en más de 2,5 millones de nuevos pobres en lo que va del año, es decir, unos 10.000 nuevos pobres por día fue lo que generó este gobierno.
    A su vez, el Presidente dijo que disminuyeron “drásticamente la inflación”, aspecto reforzado por la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, quien explicó que es el impuesto más nefasto que se le puede cobrar a los pobres. Lo dijo amparándose en la reducción de Agosto y en la que se veía venir de Septiembre (las 2 dieron por debajo del 1% por el freno de la Justicia al aumento en la tarifa del gas) pero lo cierto es que esas cifras ayudaron a reducir la interanual de Julio/2015 a Junio/2016 (que había dado 45,3%), ya que la inflación del último año (octubre/2015 a septiembre/2016) se ubicó en el 42,2%. Entonces, ¿de qué disminución “drástica” estamos hablando? Si la inflación del último año superó en 15 puntos la del 2015 -y todavía faltan los aumentos de las tarifas que no se han podido realizar- y los alimentos siguen aumentando mes a mes –porque es lo que tiene “mercado” en un marco de disminución del consumo- cuando son los bienes a los que deben acceder los más pobres, lo que tira por la borda esa idea de que a los pobres no les está afectando la inflación porque la han podido frenar.
    Amén de que no explicaron cuáles van a ser las políticas que implementarán para reducir estos altos niveles de pobreza (esbozaron explicaciones generalistas sobre trabajo real, mejor educación, infraestructura barrial y hasta sobre el ARSAT y la disponibilidad de Internet en localidades pequeñas, porque, como dijo la Ministra “el nivel de pobreza no sólo tiene que ver con ingresos”), quieren hacernos creer que no tienen nada que ver, que fue por inercia la aparición de nuevos pobres.
    Sus políticas están aumentando la pobreza porque destruyen empleo formal e informal y hacen que el salario real pierda poder adquisitivo al quedar por debajo del aumento de la inflación, a lo que se suma la apertura de importaciones, las altas tasas de interés -que no permiten el acceso al crédito y favorecen la bicicleta financiera de los capitales especulativos-, el incremento de la deuda externa en dólares para financiar el déficit fiscal y la necesidad de las multinacionales de “remitir utilidades” a sus dueños del exterior. El verdadero flagelo sigue siendo el impactante aumento en el pago de los intereses para la deuda externa que aparece en el Presupuesto de 2017: aumentó casi el 100% este año y aumentaría el 32% el año próximo, llegando a la friolera de 16 mil millones de dólares (es el doble de la partida asignada al Ministerio de Educación (5,5%) y cinco veces el monto a disposición del Ministerio de Salud (2%)). Y para todo esto la deuda externa en dólares habrá aumentado unos 100 mil millones de dólares en 2 años: menos políticas estatales para reducir la pobreza.

    Señores, háganse cargo, porque son contradictorios con el argumento de las políticas inclusivas que quieren implementar.

Walter Rezzuti

sábado 01-10-2016